El idioma de mi camisa
- montse52
- 15 feb 2015
- 1 Min. de lectura

Si supiera el idioma de mi camisa, sabría que le dice a mi cuerpo cuando lo roza, sabría que le cuenta a mi piel mientras me acaricia o que le cuenta ella de otras caricias. Tal vez me contaría las cosquillas que le hacen los botones o me avisaría si olvidé el boli en el bolsillo.
Percibo su olor a jabón en polvo, noto su textura y casi siento su melodía cuando la estiro antes de ajustarla a mí, recién salida del armario, tan nueva, tan limpia y altiva, pero no entiendo el lenguaje de sus costuras.
Me gustaría que, cuando envasa mi espalda con su abrazo, me pudiera contar lo que ella soporta que, cuando su manga y su puño alcanzan mi muñeca, si siente mi pulso más acelerado que el reloj. Me encantaría saber si se enfada cuando sudo o se alegra cuando me remango para no mancharla y si, después de estar conmigo todo el día, cumplido el trabajo, acumula el cansancio como yo.
Pero mi camisa no habla, es sólo un traje de día, una indumentaria que se lleva, se usa y se tira al cubo de lavar.
Mañana habrá otra camisa desprovista de lenguaje porque lo de dentro y lo de fuera son mundos diferentes.